¡Hola! Ya sé que he tardado muchísimo tiempo, pero he tenido unos meses llenos de esfuerzo y de trabajo. Después de dejarlos atrás y después de una escapadita y un merecido descanso, vuelvo a súperdulce con un valor seguro: unas magdalenas. Muy simples pero con un ingrediente diferente.
En los últimos tiempos me estoy interesando mucho por los alimentos y por saber de dónde viene lo que acabo comiendo. El otro día compré en el supermercado leche de almendras (que es totalmente vegetal y no lleva conservantes ni aditivos)
Mi conclusión fue muy clara: ¡viva la leche de vaca! Sin embargo, mezclándola en el café con la leche "normal", le da un sabor interesante. Así que pensé en utilizarla para esta receta.
Ingredientes:
- 1 huevo
- 1 taza y 1/2 de azúcar
- 1 taza de leche de almendras
- 1 taza de margarina de maíz derretida
- 4 tazas de harina de trigo tamizada
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- la ralladura de un limón
Elaboración:
-Se bate bien el huevo con el azúcar, la leche, la margarina derretida y la ralladura. Cuándo esté bien mezclado, se le va añadiendo la harina (a la que le habremos incorporado la levadura). Conviene añadir y mezclar la harina con movimientos envolventes para no aplastar la masa y que suba luego bien en el horno)
- Vertemos la masa en cápsulas de papel metidas en moldes para magdalenas y horneamos a nivel medio durante unos 15 minutos, hasta que suba y esté bien cocido.
Las magdalenas riquísimas, con una masa muy fina y esponjosas. Éxito seguro. Eso si, realmente, no saben demasiado a almendras.
Ya se sabe con estos experimentos. Unas veces se gana y otras se pierde... Seguiré en ello...
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