En casa del embajador: trufas de licor

Hoy me siento como Isabel Preisler...

Y nada mejor para alegrarse la vida en estos tiempos que corren que una trufa de intenso chocolate y aromático licor de amaretto.

Como dijo el Guiri Gabacho el jueves en El Cazurro (un sitio que me encanta, otro día os hablo de él): "ante la crisis, risis". No sé si alguno le habéis visto actuar alguna vez. Vaya personaje...

Pero se me hace raro hablar del Guiri Gabacho y de Isabel Preisler a la vez...

En fin, que si has tenido un mal día, estás harto de tu jefe, del paro, del déficit, de la prima de riesgo, de las bolsas, de los políticos etc... nada como invertir unos minutos en estas trufas y olvidarse de todo.

Y si, sabemos que el chocolate tiene muchas calorías, pero son calorías de puro placer y totalmente necesarias para el alma. Además el chocolate mejora la circulación, mejora el estado de ánimo, alarga la vida, retrasa el envejecimiento, es cardiosaludable, rico en vitaminas, rico en minerales, euforizante, estimulante, reduce el colesterol, es antiarrugas, etc...

Y es que, como diría mi abuela: "si no fuera por estos ratines..."